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La Guerra Civil española (1936-1939) y la matanza de Badajoz

  

Daviden ahotik Españako Gerra zibilaren informazioa ezagutu dugu.

Rosaren azalpenak entzuten: Badajoz hiriko sarraskia.

Errepublikako soldadu bat franquisten tiro bat jaso ostean
lurrera jausten hil aurretik Españako Gerra zibilean (1936-1939)
(argazkia: Frank Cappa)

David Gómez azalpenak eskaintzen.

Rosa Cacho azalpenak eskaintzen.

LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1936 - 1939) LA MATANZA DE BADAJOZ

La guerra civil es un conflicto armado entre dos bandos de un mismo país y
estado y es el acontecimiento histórico más importante de la reciente historia
de España.

Para entender que paso hay que remontarse años antes del estallido,
concretamente, a 1931.

España por aquel entonces era un país monárquico cuyo rey se llamaba
Alfonso XIII. El 14 de abril de 1931 en España se proclamó la II República y el
rey se marcho para evitar lo que años mas tarde sucedería, una guerra civil.

La Segunda República trajo grandes reformas que mejoraron la vida de parte
de la población. Entre otras se aprobó una nueva constitución, los campesinos
y obreros obtuvieron mejoras laborales y se aprobó el derecho al voto de la
mujer.

Sin embargo desde el principio estuvo amenazada por:

1- Extremistas de derecha que no le gustaban ni las reformas ni las
libertades para la población y querían volver a la época de Alfonso XIII,
done unos pocos mandaban y otros obedecían.

2- Extremistas de izquierdas (comunistas y anarquistas) a los que las
mejoras de la republica les parecían pocas y querían eliminar las
diferencias entre ricos y pobres mediante una revolución.

La republica se regía por un sistema democrático. En las elecciones del 36
ganaron los partidos de izquierda que conformaban el Frente Popular. Estos
resultados no fueron aceptados por la derecha y empezaron a organizar un
golpe de estado para hacerse con el control por la fuerza.

Del 17 al 20 de julio se organiza un golpe de estado desde tres lugares
diferentes y con tres generales a la cabeza. El general Mola se subleva en
Pamplona, Sanjurjo desde su exilio portugués y Franco desde África.

Manuel Azaña y Francisco Franco.
Azaña fue el presidente de la II República y
Franco fue el general que comandó el Frente Nacional,
posteriormente convirtiéndose en dictador (1939-1975).

Debido a que este golpe fracasa, España queda dividida en dos bandos: uno
controlado por los Nacionales y dirigidos por el General Franco y otro que
apoyaba al gobierno de la Segunda República.

El bando republicano en rojo y el nacional en azul,
en verde el avance del bando nacional,
los cuales entraron a Andalucía desde el norte de Marruecos (Rif)
con la ayuda de la aviación alemana.

El bando nacional conto con la ayuda de la Alemania nazi y la Italia fascista. El
bando republicano no contó con el apoyo de los países democráticos sólo con
el de la Unión soviética y los brigadistas internacionales.

Los sublevados piensan que la forma más rápida de acabar la guerra es
conquistar Madrid. Para eso Franco se reúne con las tropas de Ceuta y Melilla,
formada por unos 10 mil hombres y con la ayuda de la aviación alemana e
italiana, logra cruzar el Estrecho de Gibraltar y aterrizar en Sevilla el 1 de
agosto, desde donde Franco ordeno que tres columnas del ejército de África
que el comandaba iniciaran su avance desde el norte de la provincia de Sevilla
hacia Madrid por Extremadura. Las mandaban el Teniente Coronel Carlos
Asensio, El Comandante Antonio Castejón, y el Teniente Heli Rolano de Tella,
todos ellos bajo el mando del General Yagüe.

La bandera republicana y la bandera nacional.

Las columnas compuestas por legionarios y por regulares recurrirían a las
mismas tácticas de terror que ya habían empleado en el Protectorado Español
en Marruecos con la población local. sembrar el terror y comportarse de forma
despiadada con quiénes no estuviera de acuerdo con sus ideas.

Avanzaron rápidamente porque los milicianos republicanos que les hicieron
frente no tenían la formación militar adecuada, estaban pobremente armados y
carecían de cobertura aérea y de artillería. La orden no era tomar prisioneros
por lo que l a los milicianos que capturaban por el camino los legionarios los
fusilaban.

La resistencia al avance de los sublevados la intento organizar el Comité de la
Defensa del Frente Popular de Badajoz. A ellos se les unieron hombres que
huían del terror de las columnas del ejército de África, lo que no mejoró su
eficacia militar, pero si la sed de venganza que a veces descargaron sobre los
derechistas que encontraron en los pueblos que aún no habían caído en mano
de los sublevados.

Podemos poner como ejemplo Fuente de Cantos que fue uno de los pocos
lugares que fueron ocupando las columnas sublevadas donde hubo asesinatos
de derechistas. Allí unos milicianos enmascarados incendiaron la iglesia con 56
prisioneros dentro, de los que 12 murieron. Cuando la localidad fue tomada por
las tropas franquistas se tomaron represalias con creces y se fusiló a 25
supuestos izquierdistas por cada uno de los que habían muerto en la iglesia,
entre ellos 62 mujeres, algunas de ellas embarazadas. Además hubo robos y
saqueos

La otra localidad donde hubo derechistas asesinados fue en  Almendralejo . Allí
las columnas rebeldes encontraron mayor resistencia que en otros lugares y los
milicianos cumplieron la amenaza de que quemarían los dos edificios donde
tenían a los prisioneros de derechas si las tropas rebeldes entraban en el
pueblo. 28 de ellos murieron. La repuesta fue bombardear y quemar la iglesia
en cuya torre se habían atrincherado 50 milicianos. A continuación se desató
una terrible represión. Varios cientos de personas fueron fusiladas, entre ellas
100 mujeres que antes de ser ejecutadas fueron violadas y humilladas
rapándoles la cabeza y obligándoles a tomar aceite de ricino.

El 4 de agosto tomaron Santa Olalla, último pueblo de Sevilla. Posteriormente
entraron en Extremadura y tomaron Llerena, Fuente de Cantos, Monasterio,
Villafranca, Almendralejo y Zafra.

Días después los nacionales llegan a Mérida que cayo tras una dura lucha en
las orillas del rio Guadiana. Así se lograron dos objetivos:

1- Enlazar con los sublevados en el norte.

2- Dejar a la ciudad de Badajoz aislada

Dejando nuevos dirigentes al frente de Mérida para mantener la ciudad, Yagüe
pone camino a Badajoz con 2250 legionarios, 750 regulares marroquíes y cinco
baterías. Por el camino tomaron Torremayor, Lobón, Montijo, Puebla de la
calzada y Talavera la Real.

El 13 de agosto una escuadrilla de aviones del bando sublevado no lanzo
bombas contra la ciudad como era habitual desde el día 7, sino miles de 
octavillas firmadas por Franco y que estaban dirigidas a los soldados y
ciudadanos republicanos de Badajoz y en el que les amenazaba diciéndoles
que el castigo que recibirían estaría en proporción a la resistencia que
mostraran. Les pedía que apresaran a los cabecillas y los entregaran a sus
fuerzas.

Esto provocó que la huida de muchos habitantes hacia la vecina Portugal.
El día 14 de agosto, tras bombardear la ciudad por tierra y aire la mayor parte
del día, abrieron una brecha en la muralla por el este, junto a Puerta Trinidad.

En un primer momento la resistencia republicana freno el asalto. Los
nacionales ignorando sus bajas continuaron el avance. Una carga conducida
por carros blindados gano la puerta y los nacionales superaron a los
defensores, corriendo hacia la brecha y llegando al combate cuerpo a cuerpo.

En la parte sur unidades sublevadas asaltaron las murallas con menos
dificultad. Los regulares de Tetuán se abrieron paso a través de la Perta de
Carros y los legionarios barrieron a los republicanos en los cuarteles. Una vez
dentro persiguieron a la milicia republicana acuchillándoles en su camino hacia
el centro de la ciudad.

El último foco de resistencia de la ciudad fue la catedral. Un numeroso grupo
de milicianos armados con ametralladoras disparaban desde la torre. Con una
pieza de artillería los atacantes destruyeron una de las puertas de la catedral y
redujeron a los milicianos a golpe de granada. Todos los que sobrevivieron
fueron fusilados nada más rendirse.

Para muchos historiadores la “Matanza de Badajoz” desarrollada entre la tarde
del 14 y la mañana del 15 de agosto es uno de los capítulos más negros de la
guerra Civil .Porque tras la batalla se desencadenó uno de os episodios más
controvertidos de represión uy asesinatos de toda la guerra.

El 14 de agosto, casi anochecido, entra Yagüe con su plana mayor en la
ciudad. 

Yagüe inmediatamente lanzó dos bandos:

1- Un bando proclamando el estado de guerra por el que se prohibía la
circulación de todas las personas civiles por la calles ya que se iba a
proceder a la reducción de los focos de resistencia aislados que
quedaban.

2- El segundo en el que se ordenaba a todos los ciudadanos residentes en
la ciudad de Badajoz a tener las puertas de sus casas abiertas y que se
situaran en un lugar visible porque se procedería a regístralas por si
hubiera alguna persona relacionada con la república para detenerlas.

También se retiraron banderas republicanas y se recogió armamento del
que estaba muy necesitado el bando nacional.

Muchos milicianos fueron identificados y otros ante el futuro que preveían
intentaron huir hacia la vecina Portugal.

Aquellos que huían portaban un brazalete blanco en el brazo izquierdo en
son de paz.

Muchos de los que huyeron fueron detenidos por los soldados que andaban
a la caza de combatientes. Se les rompían sus camisas para buscar la
señal de las culatas que dejaban las escopetas y los fusiles una vez que
eran disparados. Estos eran detenidos y fusilados en el momento.

Otros consiguieron cruzar la frontera Portuguesa pero serian Detenidos en
Portugal por miembros del ejército de Salazar, a fin a Franco. Estos serían
devueltos a Badajoz y también fusilados al pisar territorio español.

Aquellos que tuvieron suerte fueron acogidos por familias portuguesas y
mandados a la zona republicana por mar en un vapor llamado
Nyassa. Llegaron a Tarragona unas 1400 personas huidas de Badajoz vía
Lisboa.

La plaza de toros de Badajoz, 
donde muchos prisioneros estuvieron cautivos.

A todos los prisioneros hechos en Badajoz se les negó la posibilidad de
tener un juicio justo y fueron asesinadas en diferentes puntos de la ciudad,
siendo los más importantes la Plaza de San Juan, la plaza de toros y las
tapias del cementerio municipal.

Testigos de la masacre cuentan que estuvieron más de tres días recogiendo
cadáveres que luego llevaron al cementerio tras ser rociados de gasolina se
les prendería fuero y los restos fueron echados a las fosas comunes que allí
se cavaron.

La represión afecto también a las mujeres, a unas las mataron y a otras
humillaron públicamente rapándoles el pelo, dándoles aceite de ricino y
paseándolas desnudas por los pueblos y ciudades.

La documentación militar de la época dice que se trataba de logar “no
solamente el castigo de los culpables, sino la ejemplaridad”.

El número de víctimas de esta matanza varía ostensiblemente dependiendo
de los historiadores que la han investigado. Además, al resultar vencedor de
la contienda el bando sublevado jamás se produjo una investigación oficial
sobre lo sucedido en la ciudad extremeña. En cualquier caso, las
estimaciones más comunes apuntan que entre 1800 y 4000 personas
fueron asesinadas.

Matanzas había habido por otros muchos sitios por donde habían pasado
las tropas franquistas. La importancia de la de Badajoz radica en que fue la
única en la que hubo testigos.

Se conoce lo sucedido por las informaciones de los periodistas que
consiguieron entrar en Badajoz procedentes de la vecina Portugal ya que a
los corresponsales que seguían a las columnas de Yagüe no se les dio
permiso para que accedieran a la ciudad.

Estos primeros periodistas que entraron en la ciudad de Badajoz obtuvieron
documentación gráfica que acompañada por sus crónicas periodista
salieron desde Lisboa al resto del mundo para que se conociera que
acontecía en España y más concretamente en Badajoz.

Antes de continuar su avance en dirección a Madrid Yagüe organizó pequeñas
unidades integradas por falangistas, requetés, derechistas y guardias civiles
bajo el mando de un oficial para que ocuparan y «limpiaran» las localidades de
la parte sur y occidental de la provincia de Badajoz que no habían sido
tomadas por sus columnas. Estas unidades cumplieron con el cometido que se
les había asignado y en cada pueblo que fueron ocupando se repitió la
represión.

Los que consiguieron huir se unieron a los miles de refugiados, incluidos
muchas mujeres y niños, que cargados con sus pertenencias y sus animales
intentaban llegar a la zona republicana encabezados por unos cientos de
milicianos pobremente armados. Los dos grupos más numerosos habían
partido de Valencia del Ventoso en el sudoeste de la provincia para dirigirse
hacia el este formando la llamada «Columna de los Ocho Mil». Un primer grupo
integrado por 2000 personas alcanzó las líneas republicanas en  Castuera , al
noreste de la provincia de Badajoz. El segundo grupo integrado por 6000
personas sufrió una emboscada a mitad de camino, a la altura de Fuente del
Arco, por una fuerza bien armada enviada por el general Queipo de
Llano desde Sevilla. Murieron cientos de ellos. 68 ​ A 2000 supervivientes que no
lograron escapar se los llevaron a la cercana localidad de Llerena. En el
cementerio de la localidad la mayoría fueron asesinados y al parecer antes de
matarlos fueron obligados a cavar sus propias fosas.

Durante la Guerra civil española, que duró 3 años (1936-1939), 
murieron más de 500.000 personas.

Todos estos  hechos son calificados por varias asociaciones de derechos
humanos como crímenes contra la humanidad. ​ También se denunciaron estos
hechos como genocidio en 2007. La denuncia ante la Audiencia Nacional no
prosperó al encontrarse fallecidos los máximos responsables de la matanza y
ser un delito que no estaba tipificado cuando se cometió.

Según el censo, Badajoz tenía 41 122 habitantes en 1930 por lo que, de ser
correcta la cifra de 4000 ejecutados, el porcentaje de represaliados alcanzaría
el 10% de la población.



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